Sunday, July 17, 2011

Constitución Global: Perspectiva a Futuro

Acabo de encontrar este texto que probablemente es de alguna clase con el profesor Eduardo Jorge, el único que me motiva intelectualmente a este tipo de escritos. Espero que les guste.

PERSPECTIVAS HACIA EL FUTURO

Definitivamente que hablar de globalización y los ataques que implica este proceso a la identidad nacional es un tema desfasado y todo aquel que discuta su inevitabilidad o no, debe recluirse entonces en su casa y no pensar en desarrollo, ni progreso.

Aquella teoría de que el hombre no fue creado para vivir sólo, no solamente se aplica a los delirios pasionales que caracterizan  nuestra especie, debe también aplicarse al proyecto de nación que todos queremos alcanzar en los distintos puntos del globo terráqueo y ha estado elaborándose desde hace ya mucho tiempo. Primero a través de la Liga de Naciones y más adelante con las Naciones Unidas, ya se veía venir el advenimiento de un sistema que regule las relaciones internacionales de forma uniforme y constante, que permita la aplicación de reglas iguales a todos en comercio, justicia y materia de desarrollo y crecimiento sostenible, así como protección al medio ambiente, entre otras tantas materias.

También hemos de citar la evolución del mejor ejemplo de lo que será la Comunidad Global del futuro: La Unión Europea. Es nuestro criterio, que la innegable aplicación de reglas regionales, legislaciones comunes y disposiciones que faciliten la integración de los ciudadanos del mundo, del mismo modo que las redes cibernéticas han integrado a los más recónditos lugares del planeta a través de un solo clic.

Si bien es cierto que inicialmente el Proyecto de Constitución Europea ha encontrado importantes retrasos en su aprobación (principalmente el encontrón con el Pueblo Francés en 2005, y más adelante lo mismo en Holanda), no es menos cierto que hay importantes esfuerzos para delinear un nuevo plan de apoyo a dicho texto (Ahora con el nombre de Ley Básica)

No se puede hablar de barreras, en un mundo que persigue la libertad del individuo; no se puede hablar de barreras, en un mundo que persigue el conocimiento y el intercambio cultural; y no se puede hablar de eliminar barreras en un mundo que, en pleno siglo XXI, continúa la practica de construir muros entre las naciones, como medio de alejar la pobreza de si.

La realidad de hoy en día es muy diferente a la realidad de hace ya 50 años, y por eso, el reto de construir una comunidad Global con esperanzas de desarrollo para todos debe ser el primer orden del día, tanto en sus aspectos políticos como económicos.

EN LO POLÍTICO

Definitivamente que los finales del siglo XX y principios de este, la integración política ha sido una importante tarea para los gobiernos del mundo. Ya sea a través de bloques regionales o de alianzas estratégicas, cada día vemos más presente la necesidad de integrar políticas que faciliten el desarrollo de la conducción del Estado y de los individuos, a los fines de que estos puedan ser más capaces frente a las necesidades en común de los pueblos.

Sin embargo, persiste aún el problema de las políticas que prohíben la libre migración de los hombres y mujeres hacia mejores futuros. Y no es que estemos hablando de facilitar la anarquía y el desorden, pero es nuestra visión que el futuro mundial ha de encaminarse hacia la libre migración, pues no tiene sentido seguir recriminando un movimiento que lo único que hace es agilizar los niveles de crecimiento y desarrollo de la nación que fuere (ya sea los movimientos latinos en Estados Unidos o el de haitianos aquí en Santo Domingo). Asimismo conversaciones ante una posible integración política deben incluir regulaciones al orden de competencias de poder, que bien podrían dar origen a importantes disputas.

EN LO ECONÓMICO

Este aspecto es quizás el ingrediente catalizador que ha dado origen al debate de una constitución global, toda vez que el mismo ha replanteado las condiciones de comercio entre las naciones, incluso, sobre la forma de resolver disputas. Debemos recordar que actualmente, los Estados Unidos han de liderar el movimiento integracionista comercial, que persigue (a nuestro concepto) afianzar su presencia en los mercados (principalmente en América Latina), siendo esta a nuestra opinión, la forma errónea pero necesaria de visualizar el futuro del comercio mundial: Errónea por la imposición de intereses y voluntades del rico encima del pobre; necesaria, porque definitivamente la tendencia integracionista de los métodos de comercio, es una que no tiene marcha hacia atrás.

VOLUNTAD POLÍTICA

El criterio clientelista y la política de patio deben de desaparecer ya. La voluntad política de trabajar hacia un fin común que lleve al desarrollo de una política comercial internacional que beneficie a los dominicanos no debe retrasarse un segundo más. De la manera en que se está manejando el criterio de gobernar e integrar a la comunidad, no podremos competir con nadie ni integrarnos a nadie, mientras no organicemos nuestra casa empezando por el frente.

Ante la imposibilidad de garantizar una Constitución social que sea la fuente de derechos, garantías y deberes que debe ser en todos los sentidos, sólo obtenemos una Constitución política que no responde a un interés común de todos los dominicanos. En definitiva, estamos desperdiciando el tiempo y dejando a otros el rol de líder en la región porque estamos muy inmersos en riñas electorales sin sentido ni objeto.

La voluntad política de emprender verdaderos y reales cambios sociales que vayan un poquito más allá de dejar una placa de bronce con el nombre del titular de turno es lo que nos permitirá explotar nuestro potencial real, y constitucionalmente, debemos armarnos de una herramienta que nos permita aceptar estos cambios y beneficiarnos de ellos.

Sin embargo, aunque somos muy entusiastas sobre la posibilidad de la creación de un nuevo orden mundial constitucional, no vemos su aplicación en ningún momento del futuro próximo, sino que más bien será una evolución de trabajos conjuntos y de esfuerzos comunes de todos los países orientados ha ese objetivo final.

AMÉRICA LATINA

América Latina debe primero definir si quiere la integración hacia el nuevo socialismo que se esparce por la región o si escoge el capitalismo tradicional para cimentar los cambios que son necesarios en la región de mayor desigualdad social del mundo. Si bien ambos sistemas se basan en el enaltecimiento de la constitución como fuente de los derechos sociales y económicos del hombre, en la actualidad vemos como un grupo de movimientos de izquierda afianzados en victorias populistas están disfrazando de libertades una serie de prerrogativas que claramente atentan contra derechos fundamentales y que mucho han costado a la humanidad.

Pero del otro lado están los movimientos tradicionales que no han conseguido solucionar las problemáticas sociales que son prácticamente las mismas en todo el continente, y que sin darse cuenta están cediendo su espacio a este tipo de insurgencias.

Entonces, mientras esta lucha se mantenga, estaremos ante dos puertas que escoger: Si la integración a la democracia del nuevo socialismo, que en nuestra opinión no es ninguna democracia, o bien una evolución del concepto tradicional, que no termina de llegar ni de salirse del papel.

Sin una definición en ese aspecto, veremos como el resto del mundo se unirá en bloques económicos y sociales importantísimos, pero nosotros, nos quedaremos fuera del tren de una constitucional global.

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