Desde hace algunas semanas, hay personas que me han venido diciendo que me veo muy Feliz, que siempre me estoy riendo, que cuanta felicidad junta.
Me confieso una persona muy retraída y muy poco social. De hecho, considero que soy una de las personas que conozco, pues me es bastante difícil incluirme en grupos. Claro está, ésta situación ha cambiado bastante en los últimos meses (como lo podrán comprobar en mis anteriores entradas) y bueno, supongo que el 2008 ha sido un año que me ha traído la oportunidad de cerrar muchos capítulos ya y abrir otros nuevos, empezando por la nueva actitud.
Lucas, quién fue uno de los primeros en resaltar mi incipiente felicidad desmotivada (desmotivada por no tener motivación alguna, no por desganada) y bueno, heme aquí era compañero del Poder Judicial, donde trabajamos en diferentes Tribunales. Ahí aprendí muchas cosas que amargaron bastante mi vida y más allá de cualquier cosa, estuve en contacto con muchas vivencias a las que no me había expuesto. Fue mi primer empleo y de verdad que no recuerdo mejores y más ilustres vivencias que las que tuve allá. Ahí conocí lo perverso que puede llegar a ser el ser humano, con tal de ensalzarse a sí mismo. También, conocí como el ser humano no lo pensará dos veces en ejemplificar por la rama más débil, sólo porque sí. Y claro, aprendí que las influencias determinarán siempre el equilibrio de la balanza.
No debería ni mencionarlo, porque en el Poder Judicial siempre conté con los elementos a mi favor que me permitieron permanecer bastante tiempo allá, hasta mi salida, pero caramba, cuanto aprender!
Ya en Codetel, me abrí a muchas cosas que (aunque me llevaron a vivir las circunstancias por las que aún hoy estoy marcado muy negativamente) estoy muy agradecido porque me mostraron dónde quiero estar y cómo debo llegar ahí. Eso se lo debo a Yudith Castillo, mi Gerente durante el tiempo de mi pasantía allá en la Empresa. En cierto modo, las puertas que he logrado abrir, se las debo a ella y eso definitivamente tienen su peso. En Codetel aprendí mucho sobre responsabilidad, delegación, organización y cómo todas la decisiones que tomamos afectan nuestro futuro, quizás la lección más importante de mi joven carrera profesional.
Ahora aquí, en mi trabajo actual en donde estoy aprendiendo más quel diantre, sigo en lo mismo y a través de tiempo, en algún momento entre Julio y Enero como que inconscientemente he recuperado aquella sonrisa que sale en todas mis foticos de carajito (O sea, de oreja a oreja). Debe ser por todas las cosas que me están pasando. O puede ser porque estoy madurando como persona. Y eso lo digo por mi actitud hacia las personas que conozco ahora, pues ahora tengo otras prioridades y otras cosas que veo en ellas. Y creo que en cierto modo también debe ser que estuve abstemio un año enterito, debido precisamente a mi nueva actitud hacia la gente.
Este finde que pasó, Laurita (la amiga de Nadia) me resaltó de nuevo éste factor “smile”, pero me agregó otra línea: “Eso es chulo porque como que se le pega a la gente”.
So maybe I can change the world one smile at a time…