Al otro día, Doña Aura se despierta y en secreto se asoma por la cortina que separa la sala-comedor del experimento de cocina de la cacita. “Pero mira Domingo, eso es seguro, yo no quisiera irme a pasar trabajo para ese sitio, esa gente sabe lo qui hacen y cuidan a uno?”; “Si mija, te digo qu nosotro hemo mandao a muchísima mujere pa yá y toita tu la ve que al año guelben buchua!, te digo que eso e bien, allá nadie te conoce y tu trae tu vaina pa ca sin fuñite, ademá, no e pol mi que te lo digo, e pol tu niña….”
Doña Aura se queda petrificada en la sala al escuchar el plan de Domingo de llevarse a Nancy a Grecia. Si bien es cierto que ella era bien parecida y el trabajo no se le haría difícil en un país donde su piel y su color eran objeto de los más apreciados elogios de todos que cruzan ojos con tan exótica belleza, pero también era cierto que esa área era muy inestable, la seguridad social no es la más adecuada, las oportunidades de mantenerse en salud eran riesgosas y era muy posible que le pasara algo en un paí extraño y entonces nadie la podría ayudar….
“Doña Aura!!!, bueno dias, ete e Domingo un primo mío del pueblo que me ayuda mucho”, dice nancy al ver que Doña Aura entra por la puerta como lo hacía por la Pensión, al parecer, el filling de Dueña lo lleva entre las venas. “Anjá si”, así decía la Doña cuando algo no le complacía,cuando le molestaba la presencia de alhgien y Nancy lo sabía, por lo que no dudó en mandar a Domingo a la pulpería quiquin a buscar el pan y el famoso salami de mayita de induveca que tanto le gustaba a Yafreisis Catalina y que tantas sugestiones causó en el pasado… Mira paujilita, te conozco, cuidao con ese tipito, que me huele tíguere y no a cualquieres tíguere…, con ésta amenaza, cerró Doña Aura la conversación y de repente de va de la cocina de la misma forma en que entró, esta vez, con direccción a la casucha donde estaba el barríl de agua de lluvia con que se bañaban en la caseta de nancy.
Allí se encontró con Doña Tatá, la mamá de Nancy, que se ganó su podo por las constantes peleas que sostuvo con su esposo de 57 años, Don Plinio (+) y que generalmente ganaba ellá después de varios tá,tá, tá. Conversando con ella, hablan de la niñéz de Nancy, de sus sueños, como iba a la escuela y porque lo dejó en 8vo., del mismo Juvito, quien había visitado varias veces el pueblo y finalmente de la enfermedad de la doña. Como todos saben, Doña Aura y su complejo de Doctora Naturísta, la repsuesta fue de esperarse: “Ah doña, le vor hacer un tesecito y si no se cura mañana, nos vamos y le compro la caja!”, antes esta animada y a la vez desesperante propuesta, las señoras se van al pueblo donde preparan un brebaje de extraño color, sabor y olor, indistinguibles al sentidos humano y tan desagradable, que hasta ls gallinas se acostaron más temprano de lo usual, del mareo que causó, pero que Doña Aura defendía contra viento y marea: “tu va ve mañanas cuando etas se depiertes, yo si le gua decí quien es la dostoras dete sitiu!”.