O sea, el Governador de Nueva York renunció porque contrato los servicios de una prostituta. O sea. Un neuyorkino que contrata una prostituta es algo tan natural como un turista que visita la estatua de la Libertad. Es Nueva York, o sea, no El Vaticano.
Este tipo de dilemas morales desfazados no creo que deban ser parte de los debates políticos pues ya ha sido demostrado que la vida personal de las personas (sobre tod en lso Estados Unidos) están matizadas por todos los fetichés imaginables, desde acostarse con las Pasantes hasta solicitar sexo con extraños en el baño de hombres de los Aeropuertos. So, este por lo menos fué delicado y contrató a una profesional (Una profesional MUY linda por cierto) y tuvo la gentileza de por lo menos hacerlo fuera de su ciudad. Así que si Clinton no renunció a la Presidencia, ni el otro senador renunció a su curul, porqué Eliot debe renunciar a su puesto que tanta brega le dió consgeuir políticamente, por un deslíz personal? A lo mucho, o sea, por mucho, a su esposa que le recoja los motetes de la mansión governatorial y lo mande pa un motel a dormir lo que le queda del término.
Ustedes se imaginan que una historia así se dispare en éste paisito de nosotros? Cuántos días duraríamos hablando de eso hasta que aparezca otra cosa que nos entretenga? Qué partido lo revelaría primero?
Yo no creo que la prensa de aquí tenga ni los pantalones (a menos que sea Nuria) para denunciarlo ni que lso políticos tengan el más mínimo interés en jugarse esa carta, porque todos sabemos que si en EE. UU. eso es tabú todavía, qué no descubriríamos aquí bajo las sábanas de nuestros políticos?
Sólo hay que verlo que hay bajo sus bolsillos...
Ehl.