Monday, May 16, 2011

Mi mamá ta loca. Fin.



No obstante, parece ser que las madres de los demás son diferentes a la mía, porque lo que hay lugar sobre algunas aclaraciones:

1. Mi mamá no me llamaba 17 veces ni siquiera cuando vivíamos juntos. Pero sí me tira mis cajitas porque no la llamo mucho yo. Siempre toma el teléfono y dice: "Pero bueno cuánto tiempo!".

2. Mami no me pregunta con quién me junto. Todo lo contrario, yo soy muy de hacer reuniones y comidas y demás y ahí ella se mata sola. Lo que sí me dice es "Ese/a muchacho/a no es bueno no... se le nota". La cosa es crítica cuando me pregunta (o peor aún, les pregunta directamente) en qué fecha nacieron: Eso es indicativo de que en lo que tu la mareas a ella hablándole de lo que fuere, ya ella te tiene un perfil hecho de tu personalidad y demás. Beware.

3. Mami no me llena el BlackBerry de mensajes, no obstante, se molesta cuando no le respondo rápido. Me dice que para qué le hablo si no le voy a prestar atención. Eso si, que no se les ocurra a ustedes preguntar porque dura ella tres días en aceptar una foto.

4. Mami más o menos ya se la busca en el internet, porque por allá cuando salió el internet flash me encargu;e de abrirle su cuentica de correo. Obviemos el hecho de que desde esa fecha ya ha cambiado de correo múltiples veces, se le viven olvidando las claves y se quilla cuando me desespero porque me pregunta qué pasa si ella le da al botón que dice "Enviar" en la pantalla de Hotmail. Y si, ya me ha preguntado varias veces cómo se abre el "feisbú".

5. Nunca me esperó despierta. Mami aprecia mucho sus horas de sueño. Lo que ella hacía es que dejaba la puerta de su habitación abierta y aunque usted la oyera"disque" roncando, al otro día me decía "Emanuel, pero tu haces un escándalo para entrar a esta casa de noche".

6. Que yo recuerde, nunca me habló de bacterias extrañas en Australia. Esa era mi madrina. Eso y el hecho de que en mi casa había remedios y pastillas para todo realmente el tema nunca se trató.

Y si, por eso y por muchos otros detalles, se podría decir que mami ta loca. De hecho creo que lo heredé en muchos aspectos. Pero, nadie puede negar lo siguiente:

1. Mami no podía ayudarme con los estudios. Siempre estaba ocupada trabajando hasta tarde para que podamos vivir acomodados dentro de lo posible. Pero siempre estaba pendiente a que me fuera bien. Cuando no podía ni hacer eso, se encargó de ponerme junto a alguien que me pudiera ayudar, sin importar hora o el sacrificio.

2. Mis uniformes siempre eran de los mejores del curso. Si no eran mandados a hacer, eran comprados del material más resistente que su sueldo pudiese aguantar, siempre planchados y olorosos. Yo brincaba mucho, ella lo sabía y de eso siempre me decía (o mejor dicho, me dice aún): "La gente te trata como te vistes, siempre debes andar lo mejor que puedas y nunca se te ocurra salir sin planchar, mejor ponte otra cosa o despiértame". Al sol de hoy, siempre que va a mi casa, lo primero que le pregunta a la asistenta es "Usted le lava su ropa y se la tiene bien planchada verdad? No me lo deje huérfano".

3. Yo no podía asistir a clases extracurriculares. Primero porque no había quién me llevara a las que pudieran gustarme y segundo porque realmente nunca me interesé en nada del otro mundo. Pero cuando sí demostraba interés en algunas (como el famoso curso de dibujos animados, cuando ella quería que yo "aprendiera" inglés y alguna otra que se me escapa), mami nunca me dijo que no, incluso cuando no podíamos. Recuerdo cuando iba para Presidential Classroom ella me dijo claramente que no se podía cuando fuimos a tomar el examen de la evaluación porque no podíamos pagar el costo. Sin embargo, cuando me gané la media beca ella no puso reparos para que yo pudiera ir, recuerdo que me dijo "Tu vas porque pusiste esfuerzo en esto, que no lo entiendo muy bien, pero mira como te ganaste tu beca, eso se premia". Igual cuando fui a Vienna a representar la Universidad en la competencia de arbitraje (En esa ocasión me dijo de camino al lugar donde obtendríamos el financiamiento del viaje: "Lo bueno es que tu siempre te sacas la media beca, sorpréndeme un día y gánatela entera, que el dinero no sale de las matas"), y eso lo aprecio infinitamente.

4. Yo nunca llegué borracho a mi casa, pero no había un momento en que yo estuviese enfermo y que mi mamá no respondiera al instante con sus atenciones y su cuidado. De hecho, aún al sol de hoy ella sigue pendiente de mí con esas cosas.

5. Mami no quería que yo trabajara. De hecho, mi primer trabajo lo conseguí sin decírselo hasta el último día. Y aunque entiendo su preocupación, siempre me apoyó en esos momentos difíciles donde comprendí que el mundo real no era como en las películas y que el momento de madurar era enfrentando de cara y responsablemente las situaciones. A veces no le prestaba atención y me iba mal, muy mal. Pero cuando le hacía caso, destacaba como el mejor en todo lo que hacía y por eso hoy me conocen como una persona responsable y bueno en mi profesión.

6. Yo me rompí tobillo una vez en cuarto de bachillerato. Y mi mamá no lo pensó ni un segundo para irme a llevar y buscarme todos los días a la escuela, aún sin poder.

Y si, por eso es que loca ella y loco yo, la quiero con locura. Ella dice que no por cosas que pasan, pero viendo este video y escribiendo este post, entiendo que todo lo que soy hoy se lo debo a ella, por su sacrificio y por su esfuerzo. Los padres no dan más de lo que tienen, ni vienen con un librito para enseñar a los hijos, pero mami fué más allá de todo eso y contra todo pronóstico me brindó la mejor vida que cualquiera hubiese podido pedir y por eso se lo agradezco.

Ser madre soltera y sin ningún tipo de ayuda, en este país, es toda una carrera y mi mamá es un gran ejemplo de que cuando se quiere se puede, porque si de álguien he sacado lo obsesionado con lograr objetivos es de ella. Porque vino de lo más bajo y logró mucho contra todo tipo de adversidades, y eso se lo reconozco.

La pasamos bien a veces, mal otras tantas, a veces peleamos, nos reímos mucho, compartimos   de forma agradable, y quiero que sepas que, aunque a veces no pareciere que si, pienso en tí todos los días y me esfuerzo en hacer las cosas lo mejor que esté a mi alcance y capacidad para que estés orgullosa de mí. 

Gracias por volverme loco.

La bendición,

Emanuel.

The 30 Day Song Challenge: Day 18

A Song I Would Like to Hear on the Radio


Pon dos clavos a mis alas y un veneno que apague mi voz... si me quieres callar!
Pon dos clavos a mis alas y cemento en miszapatos rotos y tírame al mar!