En la mañana de hoy mientras revisaba mi correo y mi feed de Facebook me topé con una imágen muy curiosa que me atrevo a compartir con ustedes:
Yo personalmente lo que leí fue un intento de Profamilia de hacer tripas corazón para enfrentar el flagelo de las enfermedades venéreas y del embarazo adolescente que parecería ser una pandemia en nuestro país, donde el único entretenimiento que hay es beber y rapar.
Sí. Dije "rapar". Usted también lo hace, live with it.
Lo que me pareció curioso de la imágen no fué la foto ni el copy, sino más bien, los comentarios que acompañaban la misma, que comparto con ustedes también:
Hay varias cosas que me llamaron la atención de este post, vamos por partes. Habla de que el enfoque de la misma está mal, porque la campaña "le da derechos a nuestros hijos adolescentes a disfrutar de tener relaciones sin importar su estatus civil".
Me cuesta un poco continuar este post sabiendo que voy a herir sensibilidades, pero igual el mundo está lleno de puntos de vista distintos por lo que yo voy a dar el mío por los medios que tengo a mi disposición, así que, here goes.
Una de las razones por la que en República Dominicana se ha hecho tan difícil el luchar y hablar de derechos humanos, es porque aún conservamos la mentalidad trujillista de lo que es un derecho y qué no. Esto lo vemos, cuando en nuestra sociedad se ve mal que una pareja de jóvenes se muden sin casarse, ya que dicho acto no constituye ningún orgullo para nadie por el "qué dirán", pero al mismo tiempo se celebra que una pareja de jóvenes (a sabienda de no quererse) gasten una millonada en una boda por todo lo alto, para encubrir un embarazo no deseado, todo para que la gente no comenté (que siempre lo hacen) una realidad para la que no necesitamos León-O.
Espada del Augurio, quiero ver más allá de lo evidente! No, el niño no es seismesino, jabladores!!! |
Una sociedad así, es la que católicamente (o cristianamente o religiosamente, como usted guste, éste blog es culturalmente diverso y acepta todas las religiones al por mayor y al detalle) evade a toda costa hablar de sexualidad con sus hijos por que esas cosas no son tema y eso es en la casa que se habla. Con la salvedad, de que por lo menos yo tuve el privilegio de que a los 13 años mi mamá me regaló un llavero con un condón que decía "Romper en caso de emergencia". Eso fue todo. Y lo demás? Bien gracias. Pero y aquellos que no tuvieron esa conversación por pobre que haya sido? No deben cuidarse?
La conversación sobre la imágen publicitaria poco a poco fue cambiando de quién autorizó a Profamilia, a nadie le da derecho a mis hijos adolescentes a tener derecho de disfrutar sexo. Luego pasó de libertinaje publicitario a quién le dió derecho a los adolescentes de tener sexo, a que yo no sé de leyes y que repase las leyes de Di-s. Aquí fue cuando caí de que estabamos hablando de las leyes equivocadas y hago un mea culpa, porque la verdad, no me considero una persona con el nivel académico requerido para hablar de religión... pero de derechos humanos? Jejejejej....
Lo primero que quiero dejar claro es que un derecho. Un derecho es el acto soberano de actuar sin el permiso de
otros. El concepto de derecho conlleva una obligación implícita de ejercer tus
derechos personales, siempre y cuando no violes los mismos derechos de otras
personas. Bajo este contexto, los derechos son absolutos. Para ver el artículo completo de dónde tomé esto, vaya donde google. Y recuerde, que el hecho de ser menor, no le quita a su hijo la responsabilidad de sus actos privados... sobre todo cuando involucran fluidos internos en cuartos oscuros (sea en su casa o no).
Usted puede o no estar de acuerdo con el derecho que yo tengo de opinar contra el gobierno, pero es mi derecho. Usted puede estar de acuerdo o no con mi derecho de mudarme a Petirú Barahona, y quizás a usted le de tres pitos, pero es mi derecho. Usted puede estar de acuerdo con que yo me case o no, con quien yo quiera hacerlo y aunque hay lugar a debatir ahí, es mi derecho.
Usted puede estar de acuerdo o no con que yo tenga sexo, a la edad que sea, con quien sea, pero al final del día esa es una decisión que nadie más que las personas involucradas van a tomar. Y es su derecho inalienable hacerlo. Ypara ello hay todo un decálogo de situaciones a las que se tiene derecho, que sería bueno que muchos más conozcan.
Y sólo para fines informativos, un derecho no significa que usted haga lo que le de la gana. En el post me comentaron "sobre el derecho de quitarle la vida a alguien"... vamos a ser más serios por favor, eso es un crimen. Yo estoy hablando de derechos fundamentales, no de antojos emocionales.
Ahora bien, no quiero que vayan a pensar que estoy diciendo que los niños deben andar por ahí poniendose las manos en el pipilin o en su cosita, pero evitar que lo hagan es un trabajo muy importante de los padres en su hogar. Trabajo que, dicho sea de paso, cada día más hacen el internet y la televisión con mucha habilidad. Nuestros hijos se están criando sin padres, atentos a lo que ven y escuchan en la tv y el internet, y por actitudes como las del comentario, no se atreven a comentar a sus padres. Y es a estos niños a los que habla el anuncio.
Presentar este anuncio como una irresponsabilidad es decirle a nuestros hijos que se sigan informando por los canales inadecuados, que son usualmente los que llevan a enfermedades venéreas y embarazos no deseados. Ejercer un derecho, y ejercerlo bien, es una tarea que debemos aprender de alguna forma. Hacerlo responsablemente implica documentarse y saber los riesgos de tomar la decisión equivocada. Tapar el sol con un dedo, y esconder que la gente tiene sexo es tan irresponsable como no hablar con tus hijos de sexo. Y si tu no lo haces, quién lo hará?
Lamentablemente, la religión nos ha mostrado que ésta es la forma más efectiva de enfrentar los problemas, pero las estadísticas hablan de otra forma.
Y todos sabemos cómo va eso de la religión y los derechos, eh?
Mientras queremos vender un puritanismo falso que habla de abstención, cada día más nuestros adolescentes caen en embarazos y enfermedades porque no supieron distinguir los riesgos del sexo sin protección ni la responsabilidad que ello conlleva. A ellos es que habla el anuncio.
Mientras queremos vender que la única forma de cuidarse de estas enfermedades y embarazos es no hablando de sexo ni educando a nuestros hijos en la escuela (Di-s no quiera!!!), nuestras niñas cada vez más menores llegan a las maternidades a parir niños. A ellos es que habla este anuncio.
Y si usted se ha dedicado a hablar llanamente con sus hijos y sin tapujos sobre sexo, le felicito, ganó la mitad de la batalla. La otra mitad debe de ganarla su hijo, cuando a la hora del none tome una decisión informada (ya sea protegerse o no tener relaciones, la decisión que sea) pensando en que ese derecho que va a ejercer, lo hace de plena conciencia y con responsabilidad.
Y no hablo de libertinaje, hablo de actuar con responsabilidad.
Ehl.