Thursday, October 21, 2010

La Mascotica

En poco menos de tres meses y un poco más estaré cumpliendo 30 años. Yo no me lo creo aún y me ha sido muy difícil aceptar el hecho de que la adultez me toca la puerta y yo no me siento listo para ello.

Qué hacer en este caso? Lo mismo que hago siempre: No paniquearme e improvisar un plan perfecto de último minuto. Pero por dónde empiezo?

Por escribirlo todo.

Mi jefe siempre anda para arriba y para abajo con una mascota. En ella, el anota hasta quien lo llamó por teléfono para decirle que llegaron del colmado con un refresco rojo. Claro, mi jefe siempre está a dieta y no bebe refresco rojo, pero hasta ese límite llega su uso de la mascotica. Según me cuenta, una de esas mascoticas llegó hasta la Suprema Corte de Justicia como evidencia de que en efecto, una conversación sí sucedió, lo que se habló en ella, por cuanto tiempo y cuáles compromisos surgieron de ella.

Mientras él me contaba, yo iba pensando: Y si yo organizo cronológicamente mis primeros treinta años, quizás no en una mascota, pero en una especie de diario, desde lo más lejos que recuerde de mi infancia hasta los fatídicos 30 que ya se avecinan? Quizás nadie compre el libro, pero por lo menos yo tendré un buen resumen de todo lo que he hecho y dejado de hacer en este tiempo.

Quizás muchas cosas queden maquilladas, otras no, el lector se dará cuenta de cada una, pero todos los eventos que escribiré serán situaciones reales que he man sucedido. Todo estará basado en los hechos, obviamente desde mi punto de vista de como pasó todo. Hablaré de mi experiencia infantil, de mi familia, de la escuela, la universidad, mis trabajos y una que otra intimidad. Quizás hasta hable de una que otra aventura por ahí. Hasta historias de amor habrán, pocas, pero habrán.

La idea, más allá de producir un libro comercial (que no lo es), es dejar por sentado mi parecer sobre todo lo vivido, una autobiografía personal y recuento de muchas cosas buenas y malas, y que la única forma de enfrentar que tengo será el lápiz... probablemente una pluma, ya veremos.

Con esto listo, quedará sólo una de las tres cosas que un hombre debe hacer para vivir una vida plena: Tener un hijo, que junto a sembrar un árbol y escribir un libro completan el grupo.

Claro está, sería el primer volumen de mi biografía, que oportunamente revisaré y modificaré y complementaré para que cuando salga el volumen 2 (a los 60), cuando probablemente me anime a publicarlas a ver quien se atreve a comprar ese librito.

Mientras, le doy inicio a esta nueva locura con la que me ha cogido en el día de hoy.

A buscar la mascotica!!!

Ehl.