En el día de ayer, estuve con Diego, Nicole y Mario de la XIV Delegación que va para Washington, D. C. conmigo el próximo Sábado y era el cierre de todas las actividades que teníamos con ellos.
La intervención de los Delegados, se puso color de hormiga cuando éstos describieron su experiencia en el Congreso Nacional. Obviamente esto nunca había pasado antes, cuando Don Fafa Tavéras en la Cámara de Diputados, Don Pelegrín Castillo también Diputado o con el Senador Alejandro Jiménez de la anterior gestión nos recibieron en sus respectivos despachos con los tours de lugar y la sesión de preguntas y respuestas correspondientes: Lo de ayer no tuvo madre y así los estudiantes lo expresaron.
Creo que el momento crítico de la intervención fué cuando Diego, en todo su derecho manifestó lo siguiente: "Lo que me da es pena, que yo sabiendo que voy a salir de mi país a ser recibido por funcionarios de igual o mayor categoría que aquí me van a recibir con toda la deferencia que nso merecemos como representantes de un Estado extranjero y que aquí nos hayan tratado así". Yo creo que es lo cierto.
Pues bien, un señor llamado Joan Miranda, llama a cabina y su llamada es puesta al aire de la forma que sigue, más o menos: "Primero es bueno recordarles a los estudiantes que el Senado sesiona los martes y jueves, por lo que resulta obvio que nadie los haya recibido y segundo, no oí bien pero creo que se trata de Presidential Classroom, pregúntele a ellos qué aportes tienen ellos que presentar al país para motivar que lo que ellos dicen cambie".
Bueno. Me siento como la vez del Chico Maxi en Ritmo 96. Para esos días eran los últimos momentos de Jean Paul como Presidente de la Fundación y Catia, recuerdo que fue quien nos informó sobre los comentarios del dj de la popular estación de radio, sobre unas declaraciones que había hecho el Presidente Hipólito Mejía mientras recibía a los estudiantes de una Delegación para despedirlos, creo que de la VI o la VII. El dijo, básicamente, que el Presidente no debe estar bregando con niños ricos, que se meta a borojol a ayudar y que mande a niños pobres a DC.
En ese momento, Jean Paul con toda su calma y toda su inteligencia proverbial, respondió todas las preguntas del caballero, indicó los requisitos del programa y concluyó con una invitación al Chico Maxi para que asistiese al programa como instructor, invitación que declinó porque lamentablemente ni hablaba inglés, ni se sentía preparado para asumir el reto, según sus propias palabras. Caso cerrado.
Pues volviendo con Joan, ya le respondí todo lo que le iba a responder y creo que fuí bastante respetuoso con mi señalamiento. Reconozco que el programa es costoso y quizás no está al alcance de todos los que nos gustaría, pero existen medios para cubrir esas deficiencias. Lamentablemente, en la actualidad, por compromisos de tiempo y de recursos, la Fundación no se encuentra en las óptimas condiciones para responder de otra forma más categórica, sin embargo el legado está ahí y el trabajo habla solo.
Las personas que deben dar testimonio de ello, lo harán en su momento, pero no nos corresponde a nosotros, por políticas internas revelar de forma pública esos datos, pero personalmente, más que felices de hacer el repaso a solicitu d suya.
Ojalá y llegue el momento en que podamos contar con ese sueño de que el Encuentro Nacional de Líderes del Futuro sea un hecho, mientras tanto, seguimos aquí.
Por otro lado, me gustaría señalar dos cosas. Primero: Que los puntos de vista de cada Delegado y los mios personales, no deben ser considerados como los de la Fundación. Como ciudadanos, estamos en nuestro derecho de expresarnos sobre las cosas que vemos y que consideramos que están mal y claro, responsablemente debemos comunicar nuestras inquietudes para que sean enfrentadas apropiadamente.
Y segundo, yo no tengo ningún tipo de opinión personal sobre el equipo que nos recibio en la Oficina Senatorial. Ellos, quizás hicieron todo lo posible dentro de sus manos para darnos lo que podían darnos y no debemos perdirles más, pues no pueden. Todo lo contrario, agradecemos el esfuerzo sobrehumano que hicieron de hacernos sentir a gusto.
Lo que me da pena es el nivel proporcional esfuerzo/improvisación de la actividad.
Deja mucho que desear.
Ehl.