Tuesday, April 22, 2008

Maldita Desilución: Capítulo I

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Cómo les había dicho anteriormente, empiezo a publicar la novela, pero decidí hacerlo de dos capítulos por día. Cada capítulo tendrá su propio post, de modo que al usar las etiquetas tendrán un directorio completo capítulo por capítulo de la serie y así la lectura será más fácil. Las iniciales que aparecen en cada post, son las del autor, sin embargo todos los textos los estoy revisando para corregir errores, me dejan saber de cualquier anomalía. Bienvenidos al mundo de Nancy!, Ehl.
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"Maldicion, cuantas cenizas!" Se decia ella, mientras limpiaba el ultimo cenicero del dia. Quien le diría a esta cibaeña que recogería tantas colillas dia tras dia, sin mencionar las innumerables botellas verdes que por unos momentos rebozaban vasos y mojaban los labios de tantos clientes.


Nancy era la típica mulata, ojos oscuros y expresivos, llenos de esperanza y rencor hacia la vida, pelo rizo y poco peinado, con sus raices tiesas falta de ablande. Sus caderas acentuaban su esbelta figura sin faltar sus labios pintados de rosa fuscia que parecia encantarle a los muchachos de las botas plasticas. Aquel merengue más duro no podia sonar. Era aquel ruido tan caracteristico de la cafetería que Nancy atendía y los muchachos Chuchu y Carmona, quienes mas se habían acercado a Nancy, eran los dos atendentes más viejos del "Car Wash Julieta", que entre un servicio y otro venían a hacerle compañía.


Noche tras noche la llevaban a la miseriosa pension donde esta vivia. Nancy apenas tenia 23 años. Había venido a la capital en busca de alguna labor que la ayudase a mantener a sus padres y demás hermanos que había dejado detrás en su entrañable Tamboril. Sin mucho que esperar, esta regresaba noche tras noche a su pensión, donde suspiraba por tan incierto futuro. Nancy trabajaba fuertemente los 7 dias de la semana. Tantas largas horas de pie, sirviendo cerveza tras cerveza, esperando quizás otro milagro... o bien, sacarse el palé para comprar aquel conjuntito que llenaba su antojo. Nancy, aún no conocía el amor. Sí, se rodeaba de Luisito, con quien pasaba una que otra noche emocionante, llevándola en la cola de su Honda C-70 a algún lugar de moda. Pero Nancy sabía que no tenía a nadie más que a ella misma.


SNA.-

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