Friday, June 19, 2009

Y otra vez.... La Policía hace de las suyas!

Pués como últimamente no ando montado, mis experiencias cercanas del tercer tipo con el equipo de la honorable y benemérita Policía Nacional se han reducido, pero un amigo de Santiago me da una historia que está de película. A él, le pasó lo siguiente:

Esta mañana se va desplazando y lo para una patrulla: Su vehículo es sopechoso de robo. Mi amigo sorprendido conversa con el tubérculo armado, quien ya tiene su scripting listo: Papeles, abra el carro, seguro, tarjetas, póngase ahí, espéreme un segundo... (un segundo)... "Ok, la base indica que no problem!!!" Mi amigo respira profundo, hasta el tubérculo armado le indica: "No obstante, tiene que acompañarme a la base para el estudió de los químicos". Obviamente, mi amigo se puso más blanco que el balance de mi cuenta de ahorros, un día 16 cualquiera.

Una vez en el destacamento, lo sientan con otros tres individuos ciudadanos en su misma situación. Luego de dos horas de buscarle la quinta pata al gato, interrogarles, preguntarles cosas estúpidas como "Para dónde usted iba?", "Usted tiene su matrícula?" y demás sandeces, llaman a uno, 'Pase por aquí' y se lo llevan a un cuartico. A la media hora sale con la órden de irse, pero debe dejar su vehículo ya que los químicos (Aquellos donde lo trajeron a analizarse) sólo trabajan hasta las 11AM.

Dígame usted la última vez que usted trabajó los viernes hasta las 11...

 Entra el otro, el mismo show, pero este sale y se va. Es ahí cuando salen y preguntan por mi amigo, pero en eso lo llaman y pide permiso para tomar la llamada. Le preguntan cómo está y qué hace y el, sin ton ni son y con la honestidad que le caracteriza, responde "Toy preso". Alarmado, su interlocutor le pregunta porqué y obviamente responde "Qué se yo!!", es aquí cuando le pregunta el nombre del Mayor de turno. Y qué cosas, que los tubérculos armados del destacamento NINGUNO sabía el nombre de su jefe. Peor aún ellos ninguno se saben los nombres de nadie (Obviamente como tubérculos no hemos de esperar menos de aquí).

Si a ustedes les extraña esto, es porque no viven aquí en RD. PEn fin,  uno de los jóvenes que ya estaban ahí, y obviamente se estaba moviendo para resolver su situación, se supo quién era el tubérculo mayor del día. Señores, no bien trancó el móvil y entra al cuartico, suena de nuevo el móvil con un número desconocido: El amigo de mi amigo llamó a alguien y éste alguien mandó a la porra a los tubérculos armados y al tubérculo mayor y colorín colorado.

Mi pregunta es, y yo que no tengo a quien llamar? Y peor aún, no tengo a quién me llame!!! Tengo que flojar los duartes que me pidan? Y el que se fué y tiene que bsucar su carro el lunes?? Y quien sabe las fechorías o las cosas que hagan ahí en ese vehículo y después se las achaquen? En defintiva, señores, esa gente (pero con sacos y corbatas) son las mismas que con sus impuestos y los mios están dirigiendo su seguridad nacional y local. A eso súmele, que a los Santiagueros no es que los estén llevando fácil en éstos días con todas esas lluvias y los tubérculos armados que andan en la calle.

Qué esperanza!!!

Ehl.

Links cortesía de Remolacha y Clave Digital.

1 comment:

alfonso said...

abogado, llame a un abogado